domingo, 23 de agosto de 2009

Perro y pájaro

Por: Nancy Mariel Castañeda Anaya


Una noche un perro se comió el pico de un pájaro porque no lo dejaba dormir. Al día siguiente el pájaro volvió para reclamarle su pico al perro, pero éste no lo quiso regurgitar porque le daba asco. Dos noches después el perro se comió las a patas de pájaro porque no lo dejaba dormir con tanto taconazo. Al día siguiente el pájaro volvió a reclamarle sus patas pero el perro no quiso regurgitarlas porque le daba asco.

Cuatro noches después el perro se comió las alas del pájaro porque le daba frío con tanto aletazo, al día siguiente el perro se quedó esperando al pájaro para decirle que no regurgitaría sus alas porque le daba asco, pero el ave jamás regresó.

Cierta noche el perro regurgitó el pico y las patas del pájaro y se puso a cantar mientras bailaba una polca, pero seguía extrañando al ave, así que también vomitó las alas y se las puso para volar buscando al pájaro. Cuando por fin lo encontró, el ave estaba amargada y se le quedaba viendo con desprecio, como el perro no aguantó la mirada se comió al pájaro y lo dejó hecho mierda sobre una pila de hojas secas, allá bajo el árbol más bonito.

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