domingo, 23 de agosto de 2009

Cosa rara...

Por: Nancy Mariel Castañeda Anaya


Como si el cuerpo no estuviera a gusto con la mente, las manos me rascan la espalda en busca de algo para entretenerse, no quiero estar aquí, no deseo pasar mi tarde frente al monitor. Quiero salir a buscarlo, quiero toparlo en la calle o mejor, encontrarlo descansando sobre su cama con un libro de cualquier cosa, pero como siempre lo he soñado, que esté pensando en mí.


Cosa rara entre mis piernas, quiere salir de viaje hacia el bosque, la selva y el mar. Ambas rezamos por un día lejos de la realidad laboral, que el mundo se detenga porque mi marido no ha llegado aún. Sigo en plan de soltera pero comprometida con el futuro, una luz de 20 años con los ojos bien café y el pelo negro negro.


Me muero por firmar, casi no me aguanto las ganas de besarlo a media noche y por si fuera poco, los ruidos de mi casa señalan la falta de un triunfo nocturno entre las diez y las doce. ¿Cómo aguantan sus labios, quién le dio tremendas propiedades de asesino y por qué mi lengua no sabe vivir fuera de su boca?


Ojalá se me duerman las ansias un rato porque mi cabeza va explotar, entre goteros y faldas cortas nada me funciona para hacerlo regresar. ¡Vamos ingrato de hermosos ojos! Déjame chuparte el alma mientras duermes o devuélveme la palabra con un anillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario